LA CORPORTACIO YURUPARI, manifiesta su rechazo a las políticas económicas y militares que se vienen aprobando y firmando en el exterior en materia económica por parte del Ejecutivo Colombiano y que sin pasar por la discusión de los congresos, de las altas cortes, y de la sociedad colombiana comprometen las riquezas colombianas. Empeorando la situación de los derechos humanos para las y los colombianos.
El 19 mayo de 2010 se firmó en Madrid el TLC de la Unión Europea con Colombia y Perú, tras más de dos años y medio de negociaciones en que los espacios de participación para las organizaciones sociales fueron inexistentes y la información se mantuvo clandestina durante todo el proceso.
Colombia terminó ampliando los beneficios y garantías para la actuación de las empresas transnacionales en el territorio nacional, lo que les permitirá continuar extrayendo recursos naturales sin beneficios para la población colombiana.
Los representantes gubernamentales de Colombia y la Unión Europea, afirman que el TLC protege los derechos laborales. Sin embargo, quien lea con detenimiento el texto del acuerdo concluirá que no hay una sola cláusula que impida que en Colombia o en Europa se desmejoren los derechos de los trabajadores. En los últimos veinte años las normas laborales colombianas se han modificado en favor del “libre comercio”, modelo que se profundiza en este TLC.
Este TLC perjudicará a la mayoría de la población, a través de la profundización de políticas económicas que han llevado a la crisis actual y beneficiará a una élite reducida de empresarios nacionales y a las grandes empresas europeas que tienen inversiones en el país.
La Corporación Yurupari hace un llamado respetuoso a los congresos y a las altas cortes de Colombia y de la Unión Europea, para que reconsideren lo firmado y tengan en cuenta de manera integral los Derechos Humanos en Colombia.
El 19 mayo de 2010 se firmó en Madrid el TLC de la Unión Europea con Colombia y Perú, tras más de dos años y medio de negociaciones en que los espacios de participación para las organizaciones sociales fueron inexistentes y la información se mantuvo clandestina durante todo el proceso.
Colombia terminó ampliando los beneficios y garantías para la actuación de las empresas transnacionales en el territorio nacional, lo que les permitirá continuar extrayendo recursos naturales sin beneficios para la población colombiana.
Los representantes gubernamentales de Colombia y la Unión Europea, afirman que el TLC protege los derechos laborales. Sin embargo, quien lea con detenimiento el texto del acuerdo concluirá que no hay una sola cláusula que impida que en Colombia o en Europa se desmejoren los derechos de los trabajadores. En los últimos veinte años las normas laborales colombianas se han modificado en favor del “libre comercio”, modelo que se profundiza en este TLC.
Este TLC perjudicará a la mayoría de la población, a través de la profundización de políticas económicas que han llevado a la crisis actual y beneficiará a una élite reducida de empresarios nacionales y a las grandes empresas europeas que tienen inversiones en el país.
La Corporación Yurupari hace un llamado respetuoso a los congresos y a las altas cortes de Colombia y de la Unión Europea, para que reconsideren lo firmado y tengan en cuenta de manera integral los Derechos Humanos en Colombia.
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