DECLARACIÓN POLÍTICA
CUMBRE AGRARIA: CAMPESINA, ETNICA Y POPULAR
“Sembrabdo dignidad, labrando esperanza y cosechando país”
BOGOTÁ, MARZO 16 DE 2014.
Por
convocatoria de la Mesa
de Interlocución Agraria - MIA, la Marcha Patriótica,
el Coordinador Nacional Agrario - CNA, el Congreso de los
Pueblos, el Proceso de Comunidades Negras - PCN, la Mesa de Unidad Agraria - MUA,
la Coalición
de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia - COMOSOC, la Organización Nacional
Indígena de Colombia - ONIC, el Movimiento por la Constituyente Popular
- MCP, Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria, FENSUAGRO, Asociación nacional de Zonas de Reserva
Campesina – ANZORC y Asociación Campesina Popular- se realizó en la
ciudad de Bogotá, del 15 al 17 de marzo, la Cumbra Agraria :
campesina, étnica y popular. La
Cumbre reunió a 30 mil personas provenientes de todas las
regiones del país.
Nuestras
propuestas territoriales exigen el respeto de las figuras colectivas de
gobierno propio y la defensa de los territorios de las comunidades campesinas,
indígenas y afrocolombianas.
La
reforma agraria integral sigue siendo para nosotros la solución estructural
para los problemas de acceso a la tierra, formalización de la propiedad y
desarrollo rural, con inversión social y políticas públicas.
En
este propósito es preciso detener el modelo extractivista que concentra la
propiedad de la tierra, la entrega a empresas multinacionales, acaba con la
economía campesina y destruye la vida.
El
acceso a la riqueza minero-energética conlleva al respeto por los bienes de la madre
tierra, su explotación debe ser una decisión consultada a las comunidades y
desarrollada como ejercicio de soberanía nacional.
El
plantearnos una alternativa a los cultivos de coca, amapola y marihuana, nos
llama a rechazar el prohibicionismo que admite tratamientos represivos, las
fumigaciones indiscriminadas, la erradicación forzada y el encarcelamiento de
los cultivadores como solución. Entendemos el reconocimiento de su uso
tradicional, ancestral y los usos alternativos. Proponemos programas de
sustitución autónoma, gradual y concertada, el impulso a los cultivos
alternativos con garantías de comercialización.
Para
el pueblo colombiano es imperativo conocer la verdad, complementarla con
mecanismos de justicia y reparación; la memoria histórica es un aporte
importante para avanzar hacia la no repetición.
Las
garantías políticas incluyen la no criminalización y judicialización de la
protesta social, el desmonte del fuero penal militar. Se debe permitir la
participación amplia, efectiva y con carácter decisorio en las instancias de
planeación y definición de la políticas de producción agropecuaria y de
desarrollo rural, teniendo en cuenta las propuestas construidas por
las comunidades de manera autónoma.
Los
pueblos tenemos derecho a la vida digna y a que se nos garanticen las
condiciones materiales necesarias. Se debe apropiar un presupuesto especial
para garantizar la financiación de las iniciativas territoriales, con
mecanismos autónomos de ejecución.
El
Estado debe reconocer que muchas de las problemáticas que viven las ciudades
son una consecuencia de la aplicación de modelos económicos y de despojo en el
sector rural.
El
impulso a las economías agrarias y populares tiene un soporte importante en el
apoyo que reciba de los grandes centros poblados, es necesario adelantar pactos
entre las grandes capitales y los municipios que le aportan los alimentos de la
canasta familiar.
La
solución política al conflicto social y armado sigue siendo un anhelo de la
sociedad en la búsqueda de la paz con justicia social, por esa razón es
fundamental y urgente, que se inicie un proceso de diálogo con las insurgencias
del ELN y el EPL. Respaldamos los diálogos de La Habana entre el gobierno y
las FARC. Resaltamos el papel que debemos jugar las organizaciones y procesos
como movimiento social con voz propia. Los diálogos regionales son una
herramienta importante para avanzar en la construcción de la agenda social y
política por la paz. La
Cumbre Agraria asume el impulso a un gran movimiento social
que trabaje por la paz como condiciones de vida y exija garantías para la
participación de la sociedad.
Ante
el reiterado incumplimiento del gobierno nacional frente a la palabra y
los compromisos adquiridos para levantar el paro agrario del año pasado, la
decisión de la Cumbre
Agraria : Campesina, Étnica y Popular es la de volver al
paro nacional agrario, cuya hora cero dependerá de la respuesta gubernamental. La Cumbre extiende un plazo al
gobierno hasta la primera semana de mayo. A partir de este
momento la Cumbre
bajará a los resguardos indígenas y a las veredas de los territorios afros y
campesinos, a las barriadas y organizaciones sociales de las ciudades, a los
sindicatos, a organizar los comités de paro y a convocar a todos los
sectores sociales y populares en conflicto para acordar una dinámica coordinada
en perspectiva de bloque popular.
Las
propuestas del gobierno no son soluciones. El Pacto Agrario es una repartija
más de recursos públicos con fines clientelares y electoreros. El gobierno
nacional tiene la oportunidad histórica de solucionar la crisis estructural del
campo a partir de nuestras propuestas recogidas en el pliego unitario, creemos
en el diálogo social como la ruta para alcanzar la justicia social y la
anhelada paz estable y duradera para Colombia. Nuestras propuestas están sobre
la mesa, le queda la responsabilidad histórica al gobierno de atenderlas.
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