Respetando el uso de la soberanía de
los pueblos y sus gobiernos, creemos que los conflictos tanto internos, como
internacionales del orden social, económico o de tipo militar, deberían siempre de resolverse
por la vía del dialogo y la concertación entre las partes. En este sentido
colgamos en nuestra página la siguiente carta: El presidente Nicolás Maduro.
Ha escrito un artículo para el diario
estadounidense New York Times, con el título Un llamado a la paz desde Venezuela, que
se puede leer en inglés aquí en
la web, y que se aparecerá mañana en la edición impresa. La versión
original en español la publicamos seguidamente:
Un
llamado a la paz desde Venezuela
Por Nicolás Maduro
Las
recientes protestas en Venezuela han llamado la atención de la comunidad
internacional. Gran parte de la cobertura en los medios de comunicación
internacionales ha distorsionado la realidad de mi país y los hechos de
actualidad.
Los
venezolanos nos sentimos orgullosos de nuestra democracia. Hemos construido un
movimiento democrático y participativo desde la base que ha asegurado que tanto
el poder y los recursos sean distribuidos de manera equitativa a nuestro
pueblo.
Según
las Naciones Unidas y el Banco Mundial, Venezuela ha reducido consistentemente
la desigualdad, transformándose de ser uno de los países más desiguales de
América Latina en 1998 a
convertirse en el país menos desigual de América Latina de hoy. Hemos reducido
la pobreza enormemente – del 29 por ciento en 1998 al 19,6 por ciento en 2013.
La pobreza extrema disminuyó en el mismo período, pasando de 21,5% a 6,5%.
También
hemos creado emblemáticos programas sociales de salud y educación, gratuitos y
accesibles a todos los habitantes de nuestro país. Hemos logrado estas
extraordinarias hazañas sociales en gran parte a través de la redistribución y
el uso de los ingresos procedentes del petróleo venezolano.
Mientras
que nuestras políticas sociales han mejorado la vida de los ciudadanos sobre todo,
el gobierno también ha enfrentado serios problemas económicos en los últimos 16
meses, incluyendo la inflación y la escasez de algunos productos básicos.
Continuamos consiguiendo soluciones a través de un número de medidas,
incluyendo un nuevo sistema de cambio de divisas que ya ha reducido la
inflación durante las últimas semanas y también a través del monitoreo de
empresas para asegurar que no están especulando o acaparando productos.
Adicionalmente,
Venezuela ha sufrido con una alta tasa de crimen que estamos combatiendo
directamente a través de la creación de un nuevo cuerpo de policía nacional,
fortaleciendo la cooperación entre las comunidades y la policía y la reforma de
nuestro sistema penitenciario.
Desde
1998, el movimiento fundado por Hugo Chávez ha ganado 18 elecciones
presidenciales, parlamentarias y locales a través de un proceso electoral que
el ex presidente estadounidense Jimmy Carter ha llamado “el mejor del mundo.”
Más recientemente, nuestro partido, el Partido Socialista de Venezuela, logró
una mayoría aplastante en las elecciones para alcaldes en diciembre de 2013,
ganando en 255 de 335 municipios.
La
participación popular en la política en Venezuela se ha incrementado
dramáticamente en la última década. Como un ex sindicalista, creo profundamente
en el derecho de asociación y el deber cívico de manifestar preocupaciones
legítimas a través de la protesta pacífica con el fin de garantizar que la
justicia prevalezca.
Estos
hechos desmienten afirmaciones hechas por algunos políticos en los EE.UU., y
por gran parte de los medios de comunicación, alegando que Venezuela tiene un
déficit de democracia y que las protestas actuales representan el sentir de la
mayoría. Por el contrario, la mayor parte de las protestas contra el gobierno
se están llevando a cabo por los sectores más ricos de la sociedad que se
oponen y tratan de revertir los logros del proceso revolucionario que han
beneficiado a la inmensa mayoría del pueblo venezolano.
Manifestantes
anti-gubernamentales han atacado físicamente y han hecho daño a clínicas
públicas de salud, quemaron una universidad pública en el estado Táchira y han
lanzado bombas molotov y piedras a autobuses del transporte público con
pasajeros a bordo. También han atacado a las instituciones públicas, tirando piedras
y antorchas a las oficinas del Tribunal Supremo de Justicia, la empresa pública
de telefonía CANTV y la oficina de la Fiscalía General.
Estas acciones violentas han causado miles de millones de dólares en daños. Es
por esto que las protestas han recibido ningún apoyo en los barrios pobres y de
la clase obrera.
Los
manifestantes tienen un solo objetivo: el derrocamiento inconstitucional del
gobierno elegido democráticamente. Los líderes antigubernamentales lo dejaron
claro cuando lanzaron la campaña en enero, comprometiéndose a “crear caos en
las calles.” Las personas que tienen preocupaciones y críticas legítimas sobre
la economía o la inseguridad que merecen ser discutidas, por desgracia están
siendo socavados por líderes de la oposición con una agenda antidemocrática y
violenta.
Después
de dos meses, 36 personas han sido asesinadas. Los manifestantes son
directamente responsables por más de la mitad de las víctimas mortales. Seis
miembros de la
Guardia Nacional han sido asesinados; otros ciudadanos han
sido asesinados al intentar eliminar los obstáculos colocados por los
manifestantes para bloquear el tránsito.
Una
pequeña minoría de funcionarios de las fuerzas de seguridad también han
participado en actos violentos, y varias personas han muerto como resultado.
Estos son eventos ilegales y lamentables, y el gobierno venezolano ha
respondido arrestándolos.
Hemos
creado un Consejo de Derechos Humanos para investigar todos los incidentes
relacionados con estas protestas. Cada víctima merece justicia, y cada autor –
ya sea un defensor o un opositor al gobierno – tendrán que rendir cuentas por
sus acciones.
En
los EE.UU., estos eventos han sido representados de una manera diferente, y los
manifestantes están ampliamente descritos como “pacíficos”, mientras dicen que
el gobierno es violento y represivo. Esta narración presenta al gobierno de los
EE.UU. en el lado del pueblo de Venezuela, cuando en realidad el gobierno de
EE.UU. está en el lado del 1 % que quiere arrastrar a nuestro país de nuevo a
una época en que el 99 % era excluida de la vida política y sólo la élite,
incluyendo las empresas de EE.UU., se beneficiaba del petróleo de Venezuela.
No
olvidemos que algunos de los que apoyaron el derrocamiento ilegal del gobierno
democráticamente electo de Venezuela en el año 2002 están liderando las
protestas de hoy. Los involucrados en el golpe de 2002 inmediatamente
disolvieron el Tribunal Supremo de Justicia, la Asamblea Nacional
y desecharon la
Constitución. Hoy , aquellos que incitan a la violencia o
intentan ejecutar acciones inconstitucionales parecidas deben ser sometidos al
sistema judicial.
El
gobierno estadounidense apoyó el golpe de 2002 y de inmediato reconoció el
gobierno golpista a pesar de su comportamiento antidemocrático. Hoy en día, el
gobierno de Obama gasta más de $5 millones anuales para apoyar los movimientos
de oposición en Venezuela. Un proyecto de ley para un adicional de $15 millones
para estas organizaciones anti-gobierno se encuentra ahora en el Congreso.
Actualmente,
el Congreso de EE.UU. está decidiendo si impondrán sanciones para castigar a
Venezuela; sanciones que al final afectarían a los sectores más pobres de
nuestra nación. Espero que el pueblo estadounidense, conociendo la verdad,
exprese que Venezuela y su pueblo no merecen tal castigo, y llamen a sus
líderes políticos para que abstengan de tales sanciones.
Ahora
es un momento para el diálogo y la diplomacia. En Venezuela, hemos extendido la
mano a la oposición. También hemos aceptado las recomendaciones de la Unión de Naciones de América
del Sur para que participen como testigos del diálogo con la oposición.
También
hemos hecho un llamado público al presidente Barack Obama, expresando nuestro
deseo de intercambiar embajadores de nuevo. Esperemos que su administración, al
igual que los elementos menos radicales de la oposición interna en Venezuela,
responda de manera recíproca.
Venezuela
necesita paz. Venezuela necesita el diálogo, y Venezuela tiene que seguir
adelante. Damos la bienvenida a cualquier persona que sinceramente quiera ayudar
a alcanzar estos objetivos.
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